Ayer por la mañana, una de nuestras amigas en Twitter nos comentó que le interesaba saber respecto a la arquitectura orgánica, y por ello retomamos nuestros apuntes… ¡Claro! es un tema muy contemporáneo, un tema del cual al parecer todos hablamos, aunque con mayor envergadura al hablar de arquitectura sustentable (sostenible). No obstante no son lo mismo, desde nuestra perspectiva se inclinan hacia el mismo interés: armonía con el entorno y bienestar del usuario.
“El término arquitectura orgánica es una creación del arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright, que promueve el ideal moderno de arquitectura para vivir en conjunto con la vida”.
Ello nos remite a las múltiples ferias y exposiciones que nos han reiterado en los últimos años respecto a la búsqueda del origen, el acuerdo con la naturaleza, el diseño ecológicamente amigable y la idea del hogar como el refugio que nos aísla del estridente urbano actual y nos refugia.
La arquitectura orgánica exalta las formas surgidas de la naturaleza de los materiales y del propósito; y muchos trabajos bajo esta denominación lo cumplen al amparo de la sinuosidad como el trabajo del arquitecto mexicano Javier Senosiain, y bajo el principio de que en la naturaleza no hay líneas rectas.
Su filosofía se orienta hacia la arquitectura sustentable, plenamente integrada con la naturaleza. Se enfoca a la búsqueda de alternativas beneficiosas para todos los seres vivos.
Los diseños de Senosiain buscan desarrollar técnicas basadas en la ética de los espacios, donde el respeto por el entorno sea lo esencial, buscando que el deterioro sea mínimo.
Por su parte, mediante el diseño la arquitectura orgánica busca comprender e integrarse al sitio, los edificios, los mobiliarios, y los alrededores para que se conviertan en parte de una composición unificada y correlacionada.
La arquitectura orgánica acepta algunas premisas del racionalismo como la libertad de planta, la incorporación de los adelantos industriales, el predominio de la función sobre lo ornamental.
A su vez, la arquitectura sustentable, aunque también busca el equilibrio de la obra y el entorno, no lo hace sólo en materiales y formas. La eco-arquitectura es un modo de concebir el diseño arquitectónico de manera sostenible, buscando optimizar recursos naturales y sistemas de la edificación de tal modo que minimicen el impacto ambiental de los edificios sobre el medio ambiente y sus habitantes, aprovechando los recursos del entorno al máximo.
El bienestar humano
La mayor preocupación de la arquitectura orgánica –y, por qué no, también de la arquitectura sustentable- es contemplar la vida del hombre a quien está destinada la obra. El arquitecto debe atender también los problemas psicológicos y vitales del hombre.
En 1940 Alvar Aalto expresó la necesidad de que la arquitectura se centre en aspectos psicológicos, y no sólo en requisitos funcionales o técnicos. Una tendencia que hoy puede expresarse igualmente en la búsqueda de la identificación del usuario con el hábitat que le rodea, el confort en todos los rincones del hogar, baño y cocina incluidos.
Las soluciones técnicas y estructurales deben ceñirse a esos espacios, dando lugar normalmente a formas más complicadas, no repetidas, económicamente más costosas y difíciles de industrializar. En este aspecto, el organicismo abandona uno de los postulados del racionalismo, creando en cambio, cuando es bien interpretado, realizaciones más jugosas y humanas.
“La arquitectura orgánica, creía Frank Lloyd Wright, integra un sistema profundamente interrelacionado: el diseño de cada elemento de un edificio forma parte del todo, desde las ventanas a los suelos, o las sillas. Todo está relacionado en la trama y refleja los sistemas simbióticos de la naturaleza.
Para los arquitectos orgánicos, un edificio o diseño debe crecer desde el interior hacia el exterior, como los patrones observados en la naturaleza.
Hoy se busca que la arquitectura y su entorno tengan una continuidad natural, una integración donde la frontera se diluya. Y así, la arquitectura orgánica es más contemporánea que nunca.
Posiblemente no resuelve el interés de nuestra amiga en Twitter, sin embargo, nos deja a reflexión que la arquitectura es más que un postulado, o una frase en la memoria, en las más de las veces ha proyectado la necesidad del hombre respecto a su hábitat, y con ello ser el escenario de la vida cotidiana según las exigencias del momento.