Design Week México 2014 / Proyecto Tamayo
Como un jardín secreto que nos sale al paso, reservado por una celosía de madera de diminuto tejido que deja filtrar la luz de este otoño urbano, en medio de un parque donde niños, perros y parejas, juegan, corren y se besan, encontramos la Intervención arquitectónica de Alejandro Castro.
A un costado del Museo Tamayo, como parte de las actividades Design Week México, se hace patente esta estructura circular flexible, inspirada en las ventanas como aberturas en un muro que permiten percibir el entorno de una forma siempre cambiante. La luz natural, por supuesto, es determinante para esta transformación constante. Es éste un ejercicio de reflexión sobre la arquitectura como un fenómeno que permite otras formas de ver.
Esta intervención te permite, a la vez, adentrarte a un pequeño jardín integrado de diversas especies vegetales endémicas de México, que conviven con la flora existente en el entorno del Bosque de Chapultepec, donde se encuentra el Museo mismo. Uno se adentra por una excavación en pendiente que es el camino hacia un pequeño paraíso interior que sirve de tregua ante el resto de la ciudad.
Pudimos introducirnos en la instalación, mirarla desde afuera, desde adentro, de pie o sentado: las aberturas dirigían la mirada hacia múltiples puntos focales y el reposo era inmediato. Un micro ambiente placentero.
Esta obra pretende ser un ejercicio arquitectónico que interactúe con el entorno y las personas, donde cada una le otorgue un significado distinto a lo que mira. Y lo podrás visitar (si no lo has hecho) hasta marzo del próximo año, cuando sea retirado.
